En una iglesia, una pared de video sirve como el punto central para mostrar información. Puede cambiar de mostrar textos litúrgicos a videos y otros tipos de contenido religioso. También se pueden mostrar imágenes temáticas durante las fiestas religiosas. La pared de video también puede usarse para sesiones interactivas como estudios bíblicos con debates mostrados en la pantalla. La gran pantalla permite que todos los feligreses vean el contenido sin esfuerzo, lo que hace que el culto sea más productivo y disfrutable para todos.